La noche de Haloween

Lo que hoy en día conocemos como Halloween comenzó  hace muchos años relacionando esta época del año con la época de recolección en Irlanda. De hecho, los típicos colores de Halloween, el negro y el naranja, son los colores para la muerte en la tradición y leyendas Celtas. 

El año Celta  era dividido por cuatro estaciones  y seguían el calendario lunar. La luna llena  que hay entre el equinoccio de Otoño y el Solsticio de Invierno, fue llamada Samhain, y según la leyenda, era la época más tenebrosa de todas. 

El invierno se acercaba, los días se hacían más cortos y los espectros de la muerte  como  Pooka, un fantasma o monstruo  irlandés al que le encanta atormentar a los mortales, destruyendo las cosechas y provocando grandes hambrunas, podía esa noche atacarlos fácilmente 

 Para prevenir ser atacados, los irlandeses hicieron  grandes hogueras, pero las fuerzas del mal, lograron atravesarlas, privando a la gente de leche y grano, lo que impedía su subsistencia. Finalmente, un trato entre ambos fue hecho y la tierra se dividió. Sobre la tierra, los Gaels vivirían y por debajo, lo harían los seres que para nosotros, son considerados fantásticos.

Pero durante Samhain, el velo entre estos dos mundos se hace cada hora más leve por lo que los niños nacidos en este día 31 de Octubre, eran bendecidos con el don de apreciar la vida terrestre, pero también capaces de apreciar el subterráneo.  Esta noche, los espíritus entonces son capaces de traspasar el umbral y en ocasiones, de dar respuestas sobre el futuro incierto de los mortales...algunos de estos espíritus se encuentran atormentados  y la costumbre de colocar velas en las ventanas, viene de la creencia, de que éstas les ayudarán a las almas perdidas a encobrar su camino. 

En el 432 San Patrick trajo a Irlanda el Cristianismo, pero las viejas creencias nunca desaparecieron por completo por lo que Roma decidió absorber la tradición pagana en su propio calendario.  Durante siglos, la Iglesia   honró sus muertos, sus mártires y santos el 13 de mayo pero en el 844 el papa Gregorio IV movió esta celebración al 1 de Noviembre, día de Todos los Santos. 

500 años más tarde, los descendientes de los celtas, seguían celebrando los tres días de celebración de los muertos.  En el siglo XIV, la iglesia católica  decretó el 2 de noviembre como el día de los muertos y se darían misas para todos aquellos que ya muertos no habían sido admitidos aún al cielo. Y debido a las fueres raíces de la tradición irlandesa,  el 31 de Octubre fue llamado La noche de todos los Santos, una vigilia que sirve para la preparación a los dos días siguientes de celebración. 

La idea entonces de poner  calabazas  con velas en las ventanas , que originalmente fueron nabos, los cuales en Irlanda pueden llegar a ser tan grandes como calabazas, fue la de tallar en ellas figuras terroríficas que pudieran  ahuyentar y asustar a los fantasmas.  La gente cuando salía esa noche, se disfrazaba, distrayendo así a los espíritus de la noche y los más jóvenes, iban de casa en casa, cantando a cambio de recibir comida para los pobres en el nombre de Finn Mac Cuill, un descendiente de Tuatha De Danaan. 

La noche entonces no estaba completa si no terminaba con el postre, una torta de frutas llamada Barm Brack  con pequeños premios dentro, un botón  para el soltero, una moneda para el hombre rico, una trozo de madera para el pobre, un dedal para la mujer de  mayor edad o tejedora  y lo más importante de todo: un anillo de oro, que quien lo encontrará, se casaría el próximo año. 

En memoria de los que hubiesen partido, se preparaban Soul Cakes, unas galletas, que se colocaban en la puerta para los visitantes hambrientos (mortales o inmortales) y finalmente a media noche, las campanas de las iglesias comenzarían a tocar . Desde ese momento hasta dos días después las velas arderían en las casas  en memoria de aquellos que se han marchado, justo y como se hacía en el Festival Celta de Samhain. 

Cerca de 800 años después la fiesta de Halloween, sigue siendo una noche mágica, llena de misterio y por supuesto, muy comercial, donde la decoración en ocasiones no tiene límites y donde los comercios hacen su agosto. De cualquier forma, es una fiesta interesante, llena de tradición y de música. Si estás en Irlanda o piensas venir... recuerda las palabras mágicas para desear a todos un Feliz Halloween!

sásta Oíche Shamhna...

Por cierto, la tradición ha cambiado un poco en los últimos años. Antes, ver princesas, spiderman o pitufos, hubiese sido imposible...mucho menos la idea de disfraces putones, tan populares hoy en día.